Maria Correa's Obituary
María Correa (conocida a muchos como Patricia, y para sus nietos como "Weli") nació en Fresnillo, Zacatecas el día 2 de Septiembre del año 1933 y falleció el 3 de Abril de 2023 en Euless, Texas. Sus padres, Antonio y Emilia Correa, tuvieron 7 hijos Irma, María del Carmen, Francisco, Guadalupe, Antonio y María Eugenia, entre ellos a nuestra Weli. Le sobreviven 5 hijos:
José Refugio Torres, María Guadalupe Colunga, Socorro Mosqueda, Manuel Torres y Frank Torres; 13 nietos, 22 bisnietos y un tataranieto. En 1962, María emigro a los Estados Unidos para sacar adelante a sus 7 hijos. Una mujer fuerte y guerrera, nada se le dificultaba. Dios y el amor a sus hijos fueron el motor para luchar contra toda adversidad. En 1978, María sufrió la perdida de su hijo mayor, Ricardo, de cáncer. A los 4 años, en 1982, perdió a su tercer hijo, Gerardo, también de cáncer. Siendo perdidas tan dolorosas para una madre, el Señor la sostuvo y le dio gran fortaleza con su gran poder. Su hija, María Guadalupe, también lucho con cáncer.
Sin embargo, ella no murió y está aquí presente y es un testimonio del gran poder de Dios.
Nuestra Weli también peleo diferentes tipos de cáncer y aun así, nunca se dio por vencida.
A mi Weli le encantaba ver partidos de futbol y su equipo favorito era el América. Su hijo Manuel le regalo una camiseta deportiva del América y desde entonces se la ponía cada vez que jugaba el equipo. A Weli le divertía debatir con su yerno, Juan, ya que el siempre apoya al equipo Cruz Azul, y ella se emocionaba y gritaba "América es el mejor equipo!" A Weli también le gustaba escuchar música, cantar, bailar (y nos platicaba que en su juventud bailaba el Charleston, Tango, y muchos otros géneros de baile de su tiempo con la escoba). Weli era una excelente cocinera y le encantaba cocinar. Nos consentía con los platillos que a cada uno nos gustaban, pero mas le gustaba ver a sus seres queridos comer y nos servia con una cuchara grande. Nos mostró su gran amor de tantas maneras, apoyándonos, animándonos, ayudándonos, aconsejándonos y amándonos incondicionalmente. Extrañaremos muchísimo a nuestra amada y querida Weli, pero siempre recordaremos tantas bellas memorias que compartimos
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